• Presentación Fira del Vi de Sant Mateu

    📣 Estimados amigos y seguidores, 📣
    ✅Hoy en una sala del club en las cavas de las bodegas, han grabado para Cadena Ser y las plataformas del grupo, una entrevista con la alcaldesa de Sant Mateu Anna Besalduch y el fundador de la bodega Josep M Besalduch, para presentar la próxima celebración de la I Fira del Vi de Sant Mateu que se celebrara próximamente los días 6 y 7 de noviembre. 🎥🍷
    Esperamos contar con vuestra presencia. 🤩
  • Taller maridaje titulado «𝙚𝙭𝙥𝙚𝙧𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙨𝙚𝙣𝙨𝙤𝙧𝙞𝙖𝙡»

    📣 Apreciados amigos y seguidores; 📣
    ✅Dentro de la extensa programación prevista en la 𝐅𝐢𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐕𝐢 𝐝𝐞 𝐒𝐚𝐧𝐭 𝐌𝐚𝐭𝐞𝐮, tenemos el orgullo de contar con una actividad dirigida por el estimado y prestigioso 𝐃𝐚𝐯𝐢𝐝 𝐁𝐮𝐜𝐡, Director de la Escuela de Catas de Castellón.
    ✅Sera un taller maridaje titulado «𝙚𝙭𝙥𝙚𝙧𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙨𝙚𝙣𝙨𝙤𝙧𝙞𝙖𝙡» en el que nos propondrá desde su dilatada experiencia, las posibilidades de los vinos de distintas comarcas presentados en la Fira. 🍷
    ✅Este taller, estará limitado a 30 personas, por lo que dado al gran interés que ha despertado este evento antes de la apertura de la venta de reservas, rogamos que a partir del lunes se hagan vía la web y serán reservadas y admitidas por estricto orden de inscripción hasta el límite del aforo previsto.
    Gracias a todos. 🥂

  • «Apostamos por la pequeña producción, pero la máxima calidad»

    «Apostamos por la pequeña producción, pero la máxima calidad»

    22 septiembre, 2021

    Berta M.ª López.

    Aunque su profesión nada tiene que ver con el vino, la ilusión y el amor por el proyecto con el que decidió volcarse hace 13 años no ha parado de crecer. Economista-Asesor Fiscal, para más inri del sector farmacéutico, Josep María Besalduch reconoce que llegó al mundo vitivinícola «casi de broma». Casualidades de la vida le llevaron a dirigir una bodega y un Museo del Vino que se ha convertido en referente dentro de la Comunitat. Hoy, le dedicamos un espacio para que nos cuente la actualidad de su bodega, Bodegues Besalduch Valls & Bellmunt, y cómo afronta su equipo el futuro más próximo. Hablamos de sus inicios, la trayectoria que sigue recorriendo, los nuevos proyectos que vienen en camino y sus vinos ecológicos.

    5 barricas.- ¿Cómo llega Josep Maria Besalduch hasta el mundo del vino?

    Josep María Besalduch.- Todo nació porque mis padres, que son de Sant Mateu, tenían fincas medio abandonadas. Mis abuelos habían tenido viñas, como la mayoría de habitantes de esta comarca. Mucha gente tenía cepas, lo mandaban a la cooperativa, vendían la uva y ya está. Pero mis padres ya no tuvieron viñas y sobre los años 70 y 80, todo esto se abandonó. Y  bueno, en una charla entre amigos se habló de hacer una marca de aceites, de plantar las cepas y de hacer algún vino, pero muy a nivel familiar. Después de varios años de plantación, surgió la posibilidad de alquilar la antigua bodega de Sant Mateu, que estaba casi en ruinas y nos fuimos ilusionando y enredando en este proyecto, que todavía no ha acabado.

    5b.- ¿Vosotros empezáis con el tema del aceite, no?

    J. M. B.- Correcto. Empezamos con aceite por una sencilla razón: porque los olivos sí que los teníamos. Un olivo lo cuidas este año y aunque hubiera estado abandonado a los dos años ya te da aceituna, pero la uva no. Las plantaciones firmes fueron en el 2008, 2009 y 2010. Y claro, las cepas no te dan una uva correcta hasta los 5/6 años de plantación. Es decir, que el periodo de maduración de esta es mucho más lento. No es que tuviéramos preferencia por el aceite, pero sí que fue más rápido y se veía de manera más inmediata. Lo empezamos el mismo año, aunque el rendimiento del olivo fue mucho más rápido que el resultado de las cepas.

    5b.- ¿Cómo definirías el papel de vuestra bodega para la comarca de Sant Mateu?

    J. M. B.- Buena pregunta. Nuestra intención fue rehacer y hacer renacer una actividad muy bonita, que había sido muy importante y que estaba muerta. Todo esto, junto con el deseo de restaurar un edificio precioso que estaba en ruinas. Pero, yo casi preferiría que lo definieran los clientes, que es lo que hacen cuando vienen a la bodega y escriben en el libro de visitas. Me quedo con la satisfacción, el asombro y las felicitaciones que nos dan la mayoría de las visitas que tenemos, que son muchísimas.

    5b.- ¿Cómo gestionáis todo el trabajo que deriva de dirigir tanto un museo del vino como la propia bodega que tenéis?

    J. M. B.- Con un gran equipo profesional y humano. Somos una plantilla con un organigrama muy empresarial, con áreas muy bien definidas y con un personal muy competente tanto a nivel profesional como humano. Gran parte del mérito lo tienen cada uno de los compañeros: el personal de enoturismo, los guías del museo, las personas de la oficina, el compañero de marketing, el community manager, el encargado de la parte técnica del campo, que es Víctor, el enólogo… A final Bodegues Besalduch Valls i Bellmunt no es más que una empresa que se toma el trabajo de manera seria, ya que creo que es la única manera de obtener un buen resultado casi seguro.

    5b.- ¿Y cuál dirías que es tu fuerte individualmente?

    J. M. B.- Bueno, quizás el único mérito que tengo es saber escoger a las personas, es decir, rodearme de gente muy válida. Después, cuando consigues esto, lo demás es relativamente fácil. Tienes que tener el sentido común y la experiencia, que creo que a mí ya me toca tenerla a nivel empresarial por mi profesión. Y eso, dirigir y tomar decisiones. Pero repito, gran parte del mérito la tienen todos los compañeros.

    5b.- ¿Estamos ante un momento de coyuntura próspera para el sector vinícola de Castellón?

    J. M. B.- Si hacemos un paréntesis de lo que ha sido este año y medio de pandemia, que ha significado un frenazo para muchísimos sectores, pero muy especialmente para este por el cierre de toda la hostelería… Sin duda, el sector vinícola de Castellón está en una línea ascendente y va a seguir estando en esa dirección. Sin duda. Quiero ser y soy muy optimista al respecto.

    5b.- ¿Conseguirán los vinos de Castellón esa ansiada Denominación de Origen?

    J. M. B.- Seguro. Desde la IGP recientemente se han desencallado una serie de trámites burocráticos que teníamos en Bruselas y con esto entendemos que en menos de dos años tendremos luz verde. Vamos por un buen camino, y no tardaremos mucho.

    5b.- ¿Crees que es momento del enoturismo?

    J. M. B.- Sí, de esto tampoco tenemos ninguna duda. El enoturismo y oleo turismo siguen creciendo a nivel provincial y estatal. Es una potencia enorme porque de hecho se enlazan no solo el mundo del vino, sino el mundo de la cultura y de la gastronomía. A raíz de la pandemia ha habido un incremento también de turismo de cercanía y de turismo comarcal, de naturaleza y campo. Mucha gente del entorno quizás no nos habría conocido sin este cierre de comunidades y restricciones. Además, las ventas a través de enoturismo tienen un mayor margen de beneficio que las ventas que puedes obtener a través de la distribución. Yo creo que la bodega que se puede permitir potenciar este sector debe hacerlo porque es una parte importantísima dentro de la empresa.

    5b.- Cuéntanos, ¿cómo está siendo la vendimia de este año?

    J. M. B.- Irregular. Nosotros, tuvimos la suerte, entre comillas, de que voluntariamente vendimiamos muy pronto. Creo que fuimos a la primera bodega de la provincia, a finales de agosto. Ha sido corta, ha habido alguna variedad que ha producido poco, pero creemos que de mucha calidad. Hemos evitado las desgracias que han tenido muchas bodegas de la provincia por el exceso de lluvia que cayó a principios de septiembre.

    5b.- Comparando con años anteriores, ¿cómo la catalogarías?

    J. M. B.- La cosecha pasada fue muy dura. El 2020 fue mucho más problemático que este, con muchas enfermedades que ni tratándolas se pudieron parar. Todo el año pasado fue horroroso, incluso con problemas para poder acceder a las viñas con los tractores. La calidad de este año es mejor, sin duda. Yo tengo el problema que han tenido la mayoría de bodegas: un porcentaje de la cosecha se ha echado a perder por culpa de las lluvias de principios de septiembre. Siempre hay que ver el lado positivo. No estamos tan mal. Podemos estar mejor, pero siempre se puede estar peor.

    5b.- Es importante tener los pies en el presente, pero inevitablemente siempre pensamos en el futuro. ¿Cómo auguras que serán los próximos años para vuestra bodega?

    J. M. B.- Sin tener una bola de cristal porque no soy adivino, lo que sí sé es que estamos a un 20% del potencial que tenemos. Nos queda un recorrido de un 80% con muchos proyectos aún pendientes dentro de la bodega. Este año hemos puesto en marcha el molino de aceite del Museo de Molino de Aceite y Centro de Interpretación. Y el año que viene, si no falla nada, inauguraremos el Museo de Harina, que entra dentro del mismo pack de la bodega. De esta manera, el recorrido cultural será vino, aceite y harina, los tres pilares de la economía histórica de Sant Mateu y de la provincia.

    Además, estamos ya remodelando el resto del solar para grandes eventos como bodas, bautizos y grandes reuniones. Asimismo, todos los vinos van a pasar a ser ecológicos. Es decir, hay muchos proyectos en marcha, que sin duda van a para redundar en un crecimiento porque  en el fondo nosotros como bodega acabamos de empezar. Comenzamos a finales del 2018, pero hay que restar el año y medio de pandemia.

    5b.- Realmente no habéis tenido ni la oportunidad…

    Claro. Es un orgullo decir que solo este año, teniendo en cuenta que en enero y febrero tuvimos muchas restricciones. en agosto ya habíamos superado las 1000 visitas en la bodega. Es decir, estamos muy satisfechos y sabemos qué potencial tenemos.

    Además, también hemos reformado la fachada y  hemos dejado toda de piedra como estaba antiguamente. El tejado de las tolvas se ha tenido que rehacer todo porque el techo estaba fatal e incluso era peligroso. Este proyecto ya está acabado y lo que también puedo adelantar es que en noviembre se podrán visitar las cavas de las salas de despalillado.

    5b.- ¿Qué fama llegó a tener el vino de San Mateu?

    J. M. B.-  Esta bodega, cuando se construyó sobre los años 50 estaba entre las tres más grandes de la Comunitat Valenciana. Por aquel entonces abarcaba toda la comarca vinícola de San Mateu, que eran unas ocho o diez poblaciones y llegaron a vinificar más de seis millones de kilos en un año. San Mateu era la capital del vino y fabricó muchas variedades. Se hacían desde blancos, reservas, tintos, rosados, moscateles, mistelas e incluso espumosos.

    El problema fue el arranque del viñedo por la ley europea que subvencionó a los propietarios que arrancaron la vid. Entonces les fue mucho mas rentable arrancar que seguir cosechando uva, y aquí murió el vino. En el museo se pueden ver todas las variedades de vinos que se hicieron, que fueron muchísimas. Y de hecho también están expuestos todos los premios que consiguieron los  vinos de San Mateu, que en su época eran casi todos.

    5b.- ¿Y ese reconocimiento se ha recuperado o creéis que podrá hacerlo?

    J. M. B.- Estamos en ello, pero desde otra perspectiva. Evidentemente no es comparable la filosofía que tenían en su época, los vinos que pretendían hacer… es una perspectiva muy distinta. Nosotros tendremos unas 12 hectáreas de de viñedo y esto nos puede permitir en un año tope obtener 30000, 40000 botellas. Claro esto no es comparable a cuando esto era una cooperativa y hacían seis millones de kilos. Es otro mundo, nosotros apostamos por la pequeña producción y la máxima calidad. Ellos apostaron más por vinos a granel y mucha cantidad. Y fue un poco el error que se cometió, a diferencia de lo que hicieron en Rioja y en Ribera, aquí se hizo -entiendo yo- demasiada cantidad y se cuidó poco la calidad.

    5b.- ¿Cuál es vuestra filosofía a la hora de hacer vino?

    J.M. B.- Nuestra filosofía es la máxima calidad. Nunca hemos tratado los viñedos con productos químicos, por tanto, estamos dentro de la reconversión a ecológico. Y partiendo de esto y del equipo personal que tenemos con el enólogo, con el bodeguero y técnico que es Víctor, creo que tenemos un equipazo para hacer excelentes vinos. Los hacemos con mucha dedicación, mucho cariño y con mucho conocimiento. Buscamos la excelencia, o sea, hacer pocos, pero muy buenos.

    «Apostamos por la pequeña producción, pero la máxima calidad»

  • Nuevo proyecto

    📣 Estimados amigos y seguidores; 📣
    Estamos forzando la máquina, pero dentro de los plazos previstos, para la rehabilitación total de la fachada y parking de las bodegas, junto con otras novedades que se abrirán muy pronto al público🤩
    Todo ello está planificado para una gran sorpresa que, en colaboración con el Ajuntament de Sant Mateu, os podremos comentar dentro de pocos días. Estamos convencidos de que la intriga valdrá la pena porque representará hacer realidad un proyecto muy importante para Sant Mateu y su comarca.🍇🍾
    https://www.bvbbodegues.es/nuevo-proyecto/
  • FUERA DE LO CONVENCIONAL. Beber, Comer, Disfrutar, Estar

    Fuera de las tradicionales rutas del vino, a veces descubrimos tesoros poco o nada conocidos en tierras donde el vino significó mucho en el pasado, y que hoy renace gracias al sueño de emprendedores que han querido resucitar la historia de épocas de esplendor vinícola.

    Nos encontramos en Sant Mateu, capital Histórica del Maestrazgo, y en concreto en la bodega Besalduch, Valls & Bellmunt, que en 2018 cumple su objetivo e inaugura una de las empresas vinícolas más extensas y con proyección de Castellón, enmarcada dentro de su Indicación Geográfica Protegida.

    Además de la Bodega, las instalaciones albergan un Centro de Interpretación y Museo del Vino, siendo este uno de los tres que se encuentran en la comunidad valenciana, y el único de la provincia de Castellón.

    Nada más entrar en el recinto, nos damos cuenta de que no estamos visitando una bodega más. Nos adentramos en “un túnel del tiempo” en el que se ubica una impresionante nave construida en 1953.

    Nos reciben Rosa y Jose María Besalduch, guía empleada y socio fundador de la Bodega respectivamente. La sala expositora alberga objetos de gran valor histórico, algunos de ellos muy curiosos como las sulfatadoras de latón de la época, y otros que poco tienen que ver con el vino pero que se encontraban en la antigua cooperativa, como una máquina de hacer caramelos con diferentes formas, o una desgranadora de maíz. Nada es capricho, y todo tiene su razón de ser, que nos explican con detalle nuestros anfitriones. Diplomas, bocetos originales de etiquetas, la antigua línea de producción de la bodega…. Un paseo por la memoria, para revivir lo que fue un pasado de esplendor vinícola en toda la provincia, y que hoy resurge orgulloso con un proyecto en pleno desarrollo.

    La puerta por la que hemos entrado no es la original de la Bodega. Esta se encuentra en la parte posterior que actualmente da a un solar, que descubre una impresionante fachada, protegida por el Patrimonio de la Comunidad Valenciana, y objeto de estudio de arquitectos y profesionales de la rehabilitación. También desde esta zona podemos ver un detalle sorprendente para la época, un sistema de refrigeración conectado a una caldera de vapor, que permitía rebajar notablemente la temperatura del vino cosechado, dentro del proceso de entrada a las salas de almacenaje y fermentación.

    Sinuosos pasadizos nos conducen a los antiguos depósitos de la Bodega, que muestran en sus bóvedas y paredes la huella de antiguos taninos, con una anárquica policromía llena de color y encanto. Es sin duda la zona más sorprendente, y hoy día alberga diferentes estancias que se han reconvertido para uso y disfrute de visitantes y socios de la Bodega. Una pequeña sala audiovisual, una de barricas, 3 comedores privados y el “Club Priveé”, que sirve de guarda para los vinos de los socios de la Bodega y para celebraciones con familiares y amigos.

    De nuevo en la planta principal, la antigua sala de depósitos de altura expone una gran colección de botellas, y se ha habilitado para celebraciones de grandes eventos, tanto particulares como corporativos.

    Dejamos para la despedida, la tienda y sala de Catas. 3 vinos jóvenes están a la espera de nuestra degustación: el blanco Guillem D¨Eril, y el rosado y tinto 1961. Dejamos para el final la “Joya de la corona de la Bodega”: CARLO. Vinificado al estilo de la época romana, con variedades de Garnacha Tita y Tintorera y la autóctona Bonicaire, muy poco conocida, debido a estar prácticamente extinguido su cultivo. Aporte de uvas pasas que le otorgan cierto dulzor, muy sutil y elegante.

    La historia sigue, y seguro que en próxima visita nos sorprende el proyecto de rehabilitación de nuevas salas, todavía no abiertas al público. Un tesoro escondido, fuera de lo convencional que te animamos visitar.

    Difícil encontrar tanta historia, en un espacio que reúne Museo, Bodega, tradición y Vanguardia.

    Ricardo Fernández

    FUERA DE LO CONVENCIONAL.

  • Cerrado el II Concurso de pintura infantil BVB

    📣 Estimados amigos y seguidores 📣
    Hoy hemos cerrado el 𝐈𝐈 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐮𝐫𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐢𝐧𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐢𝐧𝐟𝐚𝐧𝐭𝐢𝐥 𝐁𝐕𝐁. 🎨
    Después de una gran respuesta de jóvenes artistas de todas las edades y de muy diversos lugares de España, el internacional pintor sanmatevano Josep Diago Betí, como presidente del Jurado, ha analizado todas las obras recibidas.
    Después de clasificarlas por edades y de deliberarlo con el resto de miembros del jurado, se han decidido los premios y clasificaciones de cada categoría.🥇🥈🥉
    En breve las publicaremos, junto con el acta.✍️
    Os sorprenderán❗❗❗ 🤩
  • Nuevos depósitos de fermentación

    📣 Estimados amigos y seguidores, 📣
    Nuestras bodegas ya están a punto para recibir las uvas de la próxima vendimia de nuestras fincas de 𝙇𝙚𝙨 𝙇𝙡𝙤𝙢𝙚𝙨 𝙮 𝙇𝙖 𝘾𝙤𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙩 𝙈𝙖𝙩𝙚𝙪. 🤩
    Hoy hemos recibido los nuevos depósitos de fermentación que nos permitirán tener la capacidad necesaria para los kg de uva previstos y obtener la máxima calidad. 🍇👌🍷
  • Una tarde entrañable

    📢Estimados amigos y seguidores: 📢
    Ayer disfrutamos con nuestros amigos y colaboradores Paqui y Miguel Ángel del Mas de la Segarra de Vilar de Canes, de una extraordinaria paella bajo un olmo negro. 🤩
    Estos encuentros, además de unir lazos de amistad, nos permiten organizar nuevos eventos y packs conjuntos.
    Una tarde entrañable en medio de un cuartel del siglo XVII utilizado por el general carlista Cabrera.
    ¡Gracias! 🤩🤩🤩
    #amigos #colaboradores #paella #amistad

  • La cultura del vino tiene un templo en Sant Mateu

    Berta M.ª López

    Una rehabilitación ha cambiado el paradero de esta bodega en desuso convertida hoy en sala expositiva. Hay que remontarse hasta 1952 para conocer los orígenes de lo que fue la Cooperativa Vinícola de Sant Mateu. Actualmente, un proyecto privado que convierte a este noble edificio en el único museo del vino en la provincia de Castellón y uno de los tres existentes en toda la Comunidad Valenciana.

    En la entrada nos espera Josep María, socio fundador de Bodegues Besalduch Valls i Bellmunt, para contarnos la reconversión de este proyecto originario de viñas. Comenzamos a caminar por la zona expositora hasta llegar a la puerta que actúa como ventana a la fachada principal. Porque curiosamente, su portón inicial se encuentra en la parte posterior del museo. Una metáfora que ilustra el cambio de dirección que ha dado el museo en tan solo 4 años.

    Su antigua caldera con depósitos de corcho habla por sí sola. Una prueba ejemplificadora de lo que pudo significar esta bodega de la Capital Histórica del Maestrazgo para su época. Una cadena de refrigerado que «todavía muchas bodegas no tienen» y que enorgullece a nuestro anfitrión. Entre sus piezas expositivas se encuentran documentos, herramientas e incluso la última línea de producción que hubo en la bodega. Todo un ambiente que permite viajar en el tiempo y recorrer la historia vinícola de San Mateu en la segunda mitad del siglo XX.

    Más allá del muestrario inerte de sus vitrinas, la experiencia se abre paso bajo la actividad enoturística. La sala de degustación es la cuna de cata de sus productos. La luz cálida del espacio introduce al turista en una aventura de sabor y campo. El producto de la tierra se consolida como protagonista y el maridaje de sus vinos perfecciona la propuesta gastronómica de catering. Toda una iniciativa fragmentada por la covid-19, que ahora parece volver  a ver luz verde bajo el amparo del aforo limitado.

    Al bajar las escaleras, las cavas subterráneas nos adentran en la parte «más profunda y secreta» del museo. Bajo el eco de sus pasillos llegamos a los antiguos depósitos de fermentación.  Allí, su Club Priveé guarda en silencio las barricas de todos sus socios. Unas maderas que crían el vino que posteriormente pasa a embotellarse y que reposa en las estanterías de cada familia. Un envasado con una etiqueta muy especial: su escudo de armas.

    El color original de sus paredes manchadas por el tanino contrasta con la parte más moderna del museo: su sala audiovisual. Un espacio que escucha la historia del vino peninsular y, sobre todo, castellonense. Es entonces cuando aprovechamos para preguntar sobre la situación del vino de Sant Mateu. Josep María nos habla del resurgimiento del vino de Castellón desde hace 15 años como consecuencia de la filoxera de principio del siglo XX y la prohibición de la plantación de diversas variedades que acabaron con la viña. «Las subvenciones que se ofrecieron a los agricultores para arrancar las viñas acabaron matando el vino de la provincia», lamenta.

    Seguimos caminando por su sótano y llegamos a la que es «la parte más bonita y pura de la bodega» según nuestro guía particular. «Las tripas de la bodega», que todavía no se encuentran disponibles de cara al público, guardan las 4 despalilladoras que se encargaban de separar la uva del rastrojo para pasar a la prensa. Las continuas referencias cariñosas al rincón más escondido del museo denotan la pasión que mueve a Josep María. Un mimo que se ve reflejado en el resultado final de sus productos.

    «Un público amante de la variedad, la experiencia, de probar y de ver». Así define el socio fundador a los turistas de la bodega. Aunque los clientes de la cuna valenciana y catalana consolidan el grueso de sus visitantes, también se nutren del turismo costero durante la temporada estival. La variedad de sus packs ofrece desde opciones de horas a experiencias con pernoctación incluida.

    Una reforma que no olvida el motivo de su origen y que cuenta sin palabras la historia del sector vitivinícola de esta provincia del interior. El objetivo de Bodegues Besalduch Valls i Bellmunt es claro: «posicionar Sant Mateu y esta bodega en el mundo del enoturismo».

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?